Interesante artículo en el suplemento "Dinero" del pasado mes de julio sobre cómo mejorar la marca urbana de BCN: repetidamente se avisa de no caer en la autocomplacencia. De todos modos, como profesional de turismo, impresiona ver cómo amplios sectores de la economía miran con recelo a nuestro sector. Hemos pasado, en menos de un cuarto de siglo, de ser una ciudad casi de provincias a una de las metróplis mundiales más "trendy" y deseadas. Y es mi humilde opinión que en esto el turismo ha tenido un gran papel, sirviendo de arrastre a otros seectooores y propendiendo por una impecable imagen exterior. Ya nos gustaría aquí en Barranquilla tener una fraccional de los turistas que visitan Barcelona, y es por eso que debates como el citado son imposibles de tener a orillas del Caribe: a inicios del ciclo de vida turístico, deseamos visitantes antes que nada, sólo que tampoco a cualquier precio. Habrá que trabajar por una sostenibilidad y socialización de los beneficios turísticos para que no se perciba en unos años el leve hartazgo turístico de Barcelona, o todavía peor, la franca hostilidad de Londres hacia sus visitantes en aquel graffiti que hae años decía: "Do something for London: kill a tourist".
Aquí está el reporte del debate sobre el modelo de Barcelona
Viene todo esto a cuento también de la discusión sobre si Bcn anda saturada o no. El tema de los apartamentos turísticos (algunos de ellos ilegales, y los legales acogiendo a turistas de borrachera) ha encendido el ánimo de algunos vecinos estos últimos días en el barrio de la Barceloneta. Y así no es de extrañar que en la prensa aparezcan debates como este en el que se cuestiona la capacidad de carga de la ciudad y se pregunta si la ciudad no puede propender por un turismo de más calidad. ¿Habremos llegado poco a poco a nuestros límites?
Un bloc sobre noves tendències en gestió del turisme i les empreses turístiques // A blog on new trends on Tourism and Hospitality Management
dilluns, 25 d’agost del 2014
diumenge, 3 d’agost del 2014
Catando vinos en Colombia
Hace como tres semanas asistí a mi primera cata de vinos aquí en Colombia. La empresa importadora Dislicores organizó una impecable velada en su sede barranquillera. Fuimos guiados en la cata por el enólogo de la empresa, Antonio Giraldo, un bogotano que es una enciclopedia andante de vinos y espirituosos. Bien curioso que alguien con acento cachaco lleve una cata, -caramba con la globalización- porque Colombia es un país que no produce vino ni tiene tradición vinícola alguna (consumo per cápita anual: 1,1 L, que en un 80% procede de Argentina y Chile, pero creciendo tanto el consumo como diversificándose las importaciones de otros países) pero bueno, he aquí que conozco ya a uno de los dos únicos enólogos colombianos que existen.
La "soirée" fue muy convivial y bien organizada, como ya he dicho. Se cató un blanco, un rosado y un tinto. El rosado era un buen malbec argentino, el blanco (atención) era un chardonnay de Enate y el tinto era (atención otra vez) un rioja de Bodegas Franco-Españolas. La enología y la globalización se dan la mano, y he aquí que llego a Colombia a catar unos vinos hechos a pocos centenares de kilómetros de mi casa... qué mundo tan pequeño, por Dios.
Lo que no es tan pequeño acá son los precios de los vinos, un vino chileno o argentino vale unos 20.000 pesos (8 Eur aprox.) y esto ya es el precio más bajo: si se busca algo un poco mejor te vas tranquilamente a al rango de 15 a 20 Eur... por los mismos vinos que en Europa valen la mitad. En fin, esperemos que algún día de estos bajen los impuestos y podamos descorchar una botellita con más frecuencia...
dimarts, 29 de juliol del 2014
Por un "Slow Tour" -- y despotricando de "Callejeros Viajeros"
Hace unas semanas leí este interesante post del prof. Donaire sobre el Fast Look. En este post, dicho investigador del turismo despotrica de lo que él llama el "fast look", la tendencia a "acumular" países y monumentso pero vistos con rapidez y sin ir a fondo. En su post se lee toda suerte de similaridades entre el "fast look" y el "fast food". Concluye el post dando unas cuantas recomendaciones para un turismo más desacelerado y que sepa llegar al fondo de las cosas.
Me apunto a la tendencia digamos "Slow Tour" del prof. Donaire, y lo hago despotricando del programa más "Fast Look" de la historia de la televisión, que no es otro que Callejeros Viajeros. Este programa, que dura ya demasiado tiempo, incita directamente al "consumo" de lugares, todos ellos parecidos, y a un ritmo frenético (planos cambiantes a cada segundo, picados de cámara, zooms de infarto...).
Especialmente recomendables son los programas de Callejeros dedicados al turismo de costa, que convierten en real pesadilla lo que desde el mundo académico se advierte: los destinos costeros se están pareciendo cada día más entre ellos y por tanto se comoditizan. Indefectiblemente, en los programas dedicados al turismo de playa están presentes la juerga, el alcohol y la música a todo volumen. Indefectiblemente veremos las casas y habitaciones de más categoría (algo que nunca verán los espectadores de Callejeros que viajen a un destino determinado) y, bien separaditos de éstas, vemos los lugares en los que se agolpa el turismo fordista del s. XXI.
De todos los males que Callejeros ha propagado entre un segmento determinado de la población, bien dispuesta a combinar playa, alcohol, fiesta y sexo como en el programa, está el de la cero-inculturación. Me explico. El programa, sea ya en Aruba o en Santorini, se las ingenia para encontrar personas (visitantes o trabajadores del turismo) que hablan español. Así, la imagen que se crea es que el castellano se habla en cualquier rincón del mundo, algo que es verdad pero sólo hasta cierto punto. Me imagino pues a algún espectador del programa llegando a la Costa Dálmata o a la Polinesia Francesa y viendo, para su sorpresa, que nadie habla castellano sino que tiene que hacerse entender en "tourist English"... en fin, un programa para el turismo neo-fordista que nadie necesita en estos tiempos y que hace clamar justamente por el "Slow Tour".
Me apunto a la tendencia digamos "Slow Tour" del prof. Donaire, y lo hago despotricando del programa más "Fast Look" de la historia de la televisión, que no es otro que Callejeros Viajeros. Este programa, que dura ya demasiado tiempo, incita directamente al "consumo" de lugares, todos ellos parecidos, y a un ritmo frenético (planos cambiantes a cada segundo, picados de cámara, zooms de infarto...).
Especialmente recomendables son los programas de Callejeros dedicados al turismo de costa, que convierten en real pesadilla lo que desde el mundo académico se advierte: los destinos costeros se están pareciendo cada día más entre ellos y por tanto se comoditizan. Indefectiblemente, en los programas dedicados al turismo de playa están presentes la juerga, el alcohol y la música a todo volumen. Indefectiblemente veremos las casas y habitaciones de más categoría (algo que nunca verán los espectadores de Callejeros que viajen a un destino determinado) y, bien separaditos de éstas, vemos los lugares en los que se agolpa el turismo fordista del s. XXI.
De todos los males que Callejeros ha propagado entre un segmento determinado de la población, bien dispuesta a combinar playa, alcohol, fiesta y sexo como en el programa, está el de la cero-inculturación. Me explico. El programa, sea ya en Aruba o en Santorini, se las ingenia para encontrar personas (visitantes o trabajadores del turismo) que hablan español. Así, la imagen que se crea es que el castellano se habla en cualquier rincón del mundo, algo que es verdad pero sólo hasta cierto punto. Me imagino pues a algún espectador del programa llegando a la Costa Dálmata o a la Polinesia Francesa y viendo, para su sorpresa, que nadie habla castellano sino que tiene que hacerse entender en "tourist English"... en fin, un programa para el turismo neo-fordista que nadie necesita en estos tiempos y que hace clamar justamente por el "Slow Tour".
dilluns, 28 de juliol del 2014
Bones xifres qualitatives per al turisme català
Aquests dies ha sortit una estadística ben interessant per al turisme català: la despesa mitjana dels turistes està pujant i ho fa a la gens menystenible taxa del 4%. Bon senyal, que indica que poc a poc es va cap un turisme de més qualitat. Ara només falta que baixi lleugerament el nombre d'arribades d'enguany per acabar de certificar aquesta tendència... o que les arribades creixin per sota d'aquest 4%, no ens espantem. La informació es llegeix aquí.
dilluns, 14 de juliol del 2014
The WTO in Cartagena, Colombia
Last month I attended the regional meeting of the World Tourism Organisation, which was held (quite conveniently for me) in Cartagena de Indias, Colombia.
The meeting revolved around the sustainability, a topic which is becoming a bit of a common place nowadays. It was kind of interesting, seeing one Latin American official after the other (from Cuba, Honduras, Chile or Colombia alike) as they eagerly explained all the things their countries had done to improve tourism in a sustainable way. It was like pupils at school showing their accomplishments to the principal by the end of the year, but the principals happened to be the WTO officials in this case.
These world organisations are much like tourism itself, which in turn is said to be like fire: it can cook you a nice meal or burn down your house, as the nice saying goes. I recently downloaded a report from the Unesco written in the sixties with a handful of recommendations about Cartagena. The final recommendations concluded that some 120.000 hotel places had to be offered and a second airport at Baru had to be built. Fortunately this never happened, but what a threat that posed for the city and its resources!
Funny then, fifty years later the WTO is heralding sustainable tourism here in Cartagena, where half a century ago they promoted a heavy fordist tourism. Well, better improving later than never. Here you are the link. to this incredible report.
dimecres, 9 de juliol del 2014
Colòmbia al Mundial
He viscut aquests dies, al meu nou país, la passió pel futbol. Una passió veritablement gran: quan l'equip nacional jugava un partit, tot el país es paralitzava dvant les pantalles de tv. Els colombians han viscut el seu retorn als Mundials de futbol com una proesa, "setze anys després", de la seva darrera participació, com tothom et recorda. I ho viuen amb l'orgull de veure's de tu a tu amb grans països, amb l'autoestima "in crescendo". No és doncs passió: és veure's reconegut i homologat com un país més del món, malgrat els problemes que hem tingut i tenim encara.
El futbol és injust: "El árbitro nos robó el partido contra Brasil", diuen molts. Però el cert és que si vols ser a dalt de tot no pots badar tota una mitja part, com va fer l'equip colombià contra els "carioques".
El futbol és just: Brasil, que ha arribat a semifinals amb un joc d'equip pèssim, eliminant Xile per penalties, (i si Colòmbia s'hagués despertat abans, potser ni a semis haguessin arribat) ha estat humiliada per Alemanya (guaita, pel meu estimat "país-alma-mater", si així ho puc dir).
El futbol és imatge, específicament és branding de nacions i ciutats. Informo a qui llegeixi això des de Catalunya que aquí la imatge principal de Barcelona no és la Sagrada Família, com més d'un voldria, sinó el FC Barcelona. I això és així per a la majoria de sud-americans. Així les coses, els nois de la selecció han fet un excel.lent branding per al país, amb el seu joc net i alegre, i essent considerats una de les seleccions amb el millor joc d'equip. Un favor impagable al país. ¡Gracias, muchachos!
dissabte, 21 de juny del 2014
¿Gran? Turisme
Acabo de llegir aquests dies el llibre de Raimon Martínez Fraile "Gran Turismo". En Fraile té una rearcable carrera política al servei del turisme, i així es fa interessant de veure la problemàtica i la història recent del turisme des dels ulls d'un servent públic.
En un to jovial i gairebé de "compadreo" l'autor explica les fites més importants del turisme barceloní, català i espanyol dels dos darrers decennis. És una mica emprenyador aquest to de "club d'amics" que de vegades té el llibre, però entre amic i amic en Fraile diu quatre veritats sobre el turisme: la necessitat d'nversions i no pas de subvencions, la promoció de proximitat més que no pas de lluny i altres temes.
Discrepo, es clar, i amb un somriure de condescendència, quan es critica que Turisme sigui una carrera universitària... igual que hi ha mecànics i enginyers, li haurem de dir al senyor Fraile que hi han cambrers i ... turismòlegs, terme no gaire conegut però certament una professió necessària si volem competir en el futur.
Llibre curt i dinàmic, es llegeix en una tarda ociosa, molt recomanable.
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