dissabte, 2 de novembre del 2013

El Turismo, rey de todo




Así de provocador se mostraba l'Econòmic de la semana pasada hablando del turismo. Este sector es, según quienes saben mucho de ello, uno de los sectores que nos sacará de la crisis. Que sea el turismo quien haga esto y no -pongamos por ejemplo- la industria de componentes despierta recelos en quienes, desde siempre, han visto el turismo como un sector "de segunda".

Desde hace algunas semanas arrecian las discusiones sobre el tema. En este mismo blog recogía hace unos días la encuesta a ciudadanos de Barcelona de la que se desprendía un amplio apoyo en la ciudad hacia el turismo. También me hacía eco de la rueda de expertos en turismo analizando algunos temas actuales del sector.

Huelga subrayar desde aquí lo bueno que ha sido, desde siempre, el turismo para la economía española: desde equilibrarnos la balanza de pagos en los años del "desarrolismo franquista" hasta homologarnos cultural y socialmente con los países de nuestro entorno, este sector ha obrado milagros en el último medio siglo. Pero ya es sabido que, cuando un sector nuevo irrumpe en el panorama económico, empieza a crecer y desplaza a el peso de otros sectores económicos más veteranos en el PIB de un país, estos últimos no ven con buenos ojos al recién llegado. La gran cuestión que aquí se debate es el valor añadido que el turismo aporta al PIB y la eterna dicotomía entre el turismo de masas o bien otro más elitista.

Los contendientes más notorios de esta batalla han sido, por un lado, Miquel Puig, ex director general de Indústria de la Generalitat, y por otro lado el profesor de Turismo de la UDG José Antonio Donaire. Piensa Puig que el turismo nos ha llevado al marasmo actual y que, debido a su bajo VAB no tiene capacidad para crear una economía competitiva e innovadora. Responde Donaire que esto depende de los diferentes subsectores y que el turismo tiene un efecto arrastre importante para otros sectores de la economía. Esto último viene confirmado por la entrevista hace unas semanas a Ramon Ramos, gerente del Patronat de Turisme de Girona, en donde afirma que el PIB real del turismo en la región de Girona es del 18% mientras que el PIB inducido puede llegar al 70%. Aquí se puede ver la entrevista (en la que por cierto se tratan algunos temas tan interesantes como la estacionalidad, las marcas de los territorios o las formas de promoción turística).

En resumen, habrá que salir a buscar un turismo de más calidad e innovar más en el sector turístico. En ambas cosas todo el mundo está de acuerdo, pero ni una cosa ni la otra son fáciles y tendremos que luchar duro por estas metas.