divendres, 25 d’octubre del 2013

Barcelona y el turismo: más compatibles que nunca

Esta semana leíamos en La Vanguardia una encuesta hecha a los habitantes de Barcelona sobre sus percepciones acerca del turismo. El artículo entero se lee en este link.

En primer lugar, sorprende que una ciudad tan tomada por el turismo como BCN muestre un grado tan alto de aceptación de este fenómeno: un 90% de sus habitantes creen que el turismo es una actividad beneficiosa para la ciudad. Me gustaría poder comparar estas cifras con las de otras urbes europeas de primera línea turística, posiblemente esta cifra no fuera tan alta. Aquí, al contrario que en Londres o Venecia, nunca han aparecido pintadas del tipo "Kill a tourist". Alguien deberá explicar pronto este fenómeno: o hay un buenismo general instalado hacia nuestros visitantes o bien tenemos un complejo de "Bievenido Mr. Marshall" sobre el que ironizaba yo en un post anterior o simplemente la carga máxima de nuestro entorno turístico no está todavía en sus límites.

Sin embargo, no es oro todo lo que reluce. En el distrito de Ciutat Vella, que es el que más presión turística sufre, la cifra de contentos con el turismo baja a un 67% de la población. Por otra parte, distritos como Nou Barris, que en nada se benefician de los más de 15 millones de turistas que anualmente nos visitan, muestran una satisfacción más baja que la media, de un 80%. Firnamente, los distritos "intermedios" (es decir, los que no sufren un ataque masivo de hordas invasoras pero tampoco son completamente dejados de lado por el fenómeno turístico) son los que más satisfacción muestran con el turismo. Se trata de distritos "por descubrir" en donde sólo llegan turistas más avezados y que se benefician colateralmente del fenómeno turístico sin por ello sufrir sus consecuencias negativas: Sant Andreu, Poblenou, Sarrià, Sants...

La conclusión es obvia, casi de perogrullo: el turismo es bienvenido por los residentes cuando es un fenómeno numéricamente contenido. De ahí que haya que ser muy acertados con temas de capacidad de carga. El turismo socialmente aceptado es, pues, aquel que da un toque cosmopolita al barrio, le deja algo de beneficio, pero que no estorba ni cambia la estampa social del espacio en el que se desenvuelve.

Algo que ya sabemos todos pero que es bueno escucharlo de nuevo.